La migraña tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas y, por ello, es habitual que los afectados recurran a todo el arsenal farmacológico disponible. Sin embargo, este consumo abusivo de medicamentos ha generado una cronificación de la afección.
Fuente: Valencia Correo Farmaceutico – Según Feliu Titus, Miembro de honor de la Sociedad Española de Neurología y director de la Unidad de Cefaleas del Centro Médico Neurodex, uno de los caminos para evitar esa situación es “recuperar medidas clásicas y básicas que en el pasado demostraron su eficacia”. “No se trata de renunciar a los fármacos- matiza- sino hacer un uso racional”.
El poder de la presión
Entre esas medidas, el experto, que impartió en el Colegio Oficial de Farmaceuticos de Valencia una charla sobre medidas no farmacológicas en la migraña, resalta la eficacia de presionar las sienes y aplicar frío en la zona. Y es que es muy frecuente que la crisis migrañosa debute con un latido doloroso a nivel de la arteria temporal, ya sea unilateral, bilateral o alternante; por ello, “una simple presión local con diademas diseñadas a tal efecto pueden aliviar el dolor y en muchas ocasiones eso es suficiente para que el episodio remita sin tener que recurrir a los fármacos“.
De la misma forma, la aplicación de frío, gracias a su efecto vasoconstrictor, permite reducir el tamaño de la arteria y, por tanto, disminuir la presión. “Y si la situación sociolaboral lo permite -añade- es muy efectivo el reposo y el aislamiento”.
El especialista remarca que estas medidas “hay que aplicarlas siempre” y dejar el abordaje farmacológico para los casos “en los que estos remedios no sean suficientes o, por cuestiones de trabajo o responsabilidades una persona necesite un control inmediato”.